La investigadora, y el grupo de especialistas, lograron que la máquina pueda emplear el lenguaje corporal propio de los humanos; este desarrollo podría ser la base para la fabricación de los robots humanoides.
En anteriores investigaciones se ha comprobado que a los seres humanos se les hace difícil entender cuando el robot sostiene un objeto y determinar si nos lo ofrece para que lo tomemos nosotros, y ello se debe a la conducta sin gestualidad de los robots.
Esta falta de señales no verbales hace que la interacción no sea completa, cosa que no ocurre cuando los seres humanos se comunican, bastándole una mirada o un movimiento para esclarecer que si nos ofrecen un objeto es para que los tomemos de su mano.
Para este trabajo la especialista, AJung Moon, eligió al robot “Charlie” para implementar su sistema, el cual pretende mejorar la interacción de las máquinas con los humanos. La especialista y sus colegas analizaron los datos espontáneos que las personas tienen al hacer las cosas, ya sea asentir con la cabeza, o los ojos al pasarle un objeto a alguien.
Moon sostiene que este factor es fundamental para que la interacción con el Robot sea cómoda y satisfactoria. Luego de las pruebas, los especialistas, lograron comprobar que si el robot muestra algún gesto al realizar una acción, las personas cogían más rápido el objeto entregado.
Fuente: News
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